Hable con ELLA

Después de todas las tretas para encontrarla, por fin la ví.

Ella estaba ahí, inmaculada, parada con su aire de mujer fatal, frente al espejo, como siempre, bien arreglada, con sus jeans gastados supermodernos, su mejor remera (esa llena de colores, que según ella es la que mejor la identifica, ya que en su vida los colores lo son todo), sus ojos perfectamente delineados, las pestañas impregnadas de rimel, con una prolijidad única, su pelo impecablemente marcado con las ondas que a ella tato le gustan y al costado derecho el primer mechón sostenido con una gran flor verde, posiblemente la misma que usaría como escudo ante la adversidad...

Me acerque despacio, para no fomentar sus reacciones ambivalentes y me anime a preguntarle:
-No te cansas de ir por la vida mostrándole al mundo que sos una mujer poderosa?
No te pesa el traje de mujer maravilla? -Y ya sin contener el llanto, solo pude agregar- Porque le mostrás al mundo que podes sola con todo, si vos y yo sabemos que no es cierto?

Ella se quedó en silencio un rato, se la veía ofuscada, sin saber bien que contestar, como si alguien de imprevisto le hubiera pegado un cachetazo sin mas. Como no podía ser de otra manera intentaba mostrar mas grandeza y yo solo pude esbozar:
- No te mientas a vos misma...

Y Ella rompió a llorar...

Yo, sentí que todo giraba, a una velocidad impensada, como si el tiempo estuviera detenido, sentí la necesidad de abrir los ojos, de irme de ese lugar, el miedo a lo desconocido me estaba jugando una mala pasada, pero decidida a llegar hasta las últimas concecuencias seguí adelante con mi encuentro y volví a concentrarme en el interrogatorio.

Ella intento hablar y con un tono de voz muy bajo, soltó un tímido:
- Es mi disfraz el que me permite atravesar la vida. -cada vez le costaba más hablar y por fin agregó-: lo uso, para que nada pueda hacerme daño...

Dándole un tiempo para acomodar sus ideas decidí seguir:
- Y no crees que de todas formas te lastiman? Si en el fondo ni vos te sentís humana así, viviendo de esta manera...

Ella con su cara abatida, como si hubiera perdido la peor de sus batallas solo pudo decir:
- Lo sé, pero esta es la forma que encuentro más cómoda para defenderme de lo que me rodea y deconozco...

Después de escuchar esas palabras, lentamente abrí los ojos, sequé mis lágrimas y decidí tratar de encontrarme con Ella más seguido, de repente podríamos ponernos de acuerdo en algunas pautas, ya que ambas vamos a convivir en un mismo cuerpo...