jueves, 18 de diciembre de 2008

Redescubrir... Enjoy the ride -Morcheeba-





Cambiar la bocha, despojarse de mochilas, hacer lo que uno quiere en verdad y caminar liviano por la vida.
Hoy de eso, de levantarte de la cama y preguntarte: "cuánto hiciste ultimamente por vos?" y darte cuenta de que la cifra arrojada como respuesta a tal pregunta es ínfima...
Y cómo uno puede empezar a hacer cosas por uno?
Cómo uno puede despojarse de obligaciones?
Cómo uno logra llegar a no decir siempre a todo que SI?
...
No es fácil pero nunca imposible, es raro estar en casa temprano, pero hoy tenia ganas de estar sola, escuchar Morcheeba, leer el libro que tengo empezado y pensar en la persona que más me inspire pensamientos, en el medio me surgieron ganas de escribir, y acá me ves, nunca me sentí más libre que hoy...






Fuente del video: http://es.youtube.com/watch?v=7uMGH3kHhzM

viernes, 5 de diciembre de 2008

El miedo


Y me preguntaba porque tendré siempre esa necesidad de correr y esconder mi cabezota en el primer pozo que encuentro, cada vez que me siento intimada, cada vez que siento que el peligro me acecha...

El miedo es uno de los peores fantasmas de la humanidad, el miedo fagocita nuestros sueños, destruye nuestras células y termina por derrumbar cualquiera de nuestros anhelos.
Cada vez que estoy ante ese fantasma incesante trato de no pesar, misión que se torna complicada cuando la cabeza gira a mil por hora. Escuche que daba vueltas una frase en el aire "no es valiente quien no teme"... y mientras pensaba muchísimas cosas seguí caminando.
"No es valiente quien no teme" me repetía a mi misma una y otra vez... "no es tan malo, entonces sentir miedo!" -pensaba- hasta que dí con algo que me hizo razonar mucho más... el miedo es como el árbol que no nos deja ver el bosque, el miedo es como la sombra que tengo en frente y que no me permite ver mas allá, el miedo es esto que siento cada vez que pienso en lo venidero, el miedo es aquel sentimiento que hace que yo juegue a alejarme de vos sin sentido alguno.
Y me doy cuenta de que sí tengo miedo a perderte, a encontrarte, a tenerte, a necesitarte, a creerte, amarte, escucharte, admirarte, pero por sobre todas las cosas tengo miedo a equivocarme.
Admitirlo me libera, admitirlo hace que pueda soltarlo, analizarlo y hasta superarlo. Habiendo llegado a ese punto, el análisis cambia de color, superado el miedo, solo nos quedan bellos sentimientos, se descorren los velos de la tristeza y el sol vuelve a brillar...